Editorial: Kalandraka
A la cebra Camila le encanta salir y jugar en el campo, su madre siempre la decía que se abrigara. Como Camila nunca le hacia caso, un día salió y por culpa del viento perdió todas sus rayas, se puso muy triste. Gracias a sus amigos, poco a poco, Camila fue recuperando todas sus rayas.
Este cuento, escrito por Marisa Nuñez y Óscar Villán, tiene desde mi punto de vista ventajas e inconvenientes.
Entre sus ventajas destaca el colorido de las ilustraciones. Al mismo tiempo estas coinciden con el texto, aspecto que hace que sea fácil seguir la historia ya que el animal que nombra es el mismo que aparece en dicha ilustración. A la vez que trabaja los animales, trabaja también los números, los cuales a parecen en mayúscula. Tiene una estructura repetitiva ya que siempre ocurre lo mismo con cada animal: a Camila se le escapan un muero de lagrimas, el animal le pregunta porque, Camila contesta y el animal le regala una raya. Además es una cuento acumulativo, porque va recordando lo ocurrido con los animales anteriores cada vez que avanza. Sigue una estructura lineal.
El punto negativo de este cuento se encuentra en el texto. Este quizá tiene una letra algo difícil de ver para niños que empiezan a leer. Además en algunas de sus paginas el texto puede parece largo.
Escrito por:
Ester Torres Rebollo
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